Cólico del bebé o del lactante

El cólico del lactante, o cólico del bebé es un síndrome caracterizado por ataques de llanto excesivo e irritabilidad repentinos sin causa aparente en un lactante sano.

El cólico del bebé suele ser diario o aparecer dos o tres veces a la semana. Suele iniciarse siempre a la misma hora del día y de forma repentina (normalmente por la tarde o la noche, aunque a veces, también puede ser por la mañana). Habitualmente, el cólico del bebé suele aparecer tras las tomas.

Normalmente el cólico del bebé suele comenzar en la tercera semana de vida del bebé y su frecuencia e intensidad disminuye hasta desaparecer por completo a los 3 o 4 meses de edad. En caso que a partir de esa edad el cólico persista, se puede considerar otro diagnóstico como el reflujo, por lo que se aconseja llevar al bebé al pediatra.

El cólico del bebé provoca un llanto incesante en el bebé que suele ir acompañado de movimiento de piernas y brazos (flexionándolos sobre el abdomen y estirándolos) y de enrojecimiento de cara y cuerpo debido al propio llanto. A veces también el bebé tiene la tripa hinchada de gases.

Parece que el bebé esté hambriento pero no se calma con la comida y además traga aire al intentar mamar. Con el llanto, es más fácil la entrada de aire hacia el estómago. Los gases provocan más dolor que desencadena de nuevo más llanto; en definitiva, todo un círculo vicioso. El llanto es, para desesperación de los padres, difícil de calmar. El cólico del bebé suele tener unas 2 o 3 horas de duración tras las cuales, cesa de repente, quedándose el bebé tranquilo.

Lo más importante de todo es conocer que estos procesos son parte del crecimiento y desarrollo del bebé por lo que es algo habitual y hay que pasar por ellos.

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